jueves, 11 de diciembre de 2014

“I’m so fucking important…"

Nos levantamos y lo primero que hacemos es comprobar cuántos mensajes tenemos en el móvil. No podemos desatender ni un segundo más a los nuestros, nos sentiríamos tan culpables… Mejor será que respondamos cuanto antes, de nosotros depende que sus vidas continúen. Somos tan jodidamente importantes…

Tomémonos una foto para dar los buenos días a nuestros amigos de Instagram. Pongamos nuestra mejor sonrisa y titulémosla “Nunca dejes a nadie en el mundo decirte que no puedes ser exactamente quien tú eres.” Tomemos estas palabras de Lady Gaga para aleccionar a nuestros seguidores, nuestro deber es marcar el rumbo de todo aquel que nos lea. Porque, no nos olvidemos, somos tan jodidamente importantes…

Qué vida más estresante, sentimos que somos requeridos permanentemente en todas partes. ¿Y qué podemos hacer? No nos gusta que nadie hurgue en nuestras vidas, pero tenemos una labor social y renunciamos a nuestra privacidad por los demás. Nosotros no escogimos ser figuras relevantes, fueron ellos con sus “me gusta” los que vinieron pidiendo a gritos un guía que les mostrase el camino de la felicidad.

¿Que ha pasado qué? Es extraño, parece que mientras dormíamos el mundo siguió su curso. Todo Twitter habla del suceso y nos hemos quedado rezagados. Hay tantos comentarios que nuestras cabezas son incapaces de procesar bien la información… ¡Imaginaos cómo deben estar las de nuestros followers! Será mejor que demos también nuestra opinión. Es nuestra obligación, seguro que la gente la está echando de menos, porque somos tan jodidamente importantes…

¿Y si alguien no baila a nuestro son? Desde luego nos necesita, pero no nos merece. Somos tan jodidamente importantes que, sintiéndolo mucho, no podemos atender a todos aquellos que viven fuera de nuestra pompa. Tantas veces nos han dicho que debemos querernos a nosotros mismos que convertimos el amor propio en nuestra obsesión. ¿Es culpa nuestra? Obviamente no.

Pero también tenemos nuestros momentos de bajón, y decidimos compartirlo a través del Facebook. ¿Estamos alimentando nuestro ego? ¿Buscamos consuelo entre nuestros amigos virtuales? Preferimos pensar que aquellos que nos lean construirán sus fortalezas a través de nuestras debilidades. Por el bien común exponemos cada momento de nuestras vidas porque un gran poder conlleva una gran responsabilidad. Ya sabéis, somos tan jodidamente importantes…

Subimos una foto de buenas noches para nuestros fieles, que sepan que nos acordamos de todos y cada uno de ellos. Y parafraseemos a Bucay: “Sólo si me siento valioso por ser como soy, puedo aceptarme, puedo ser auténtico, puedo ser verdadero.  Y nos lo creemos, ¡claro que sí! Y hacemos que la gente se lo crea. Porque somos influyentes, somos jodidamente importantes…


Y sin darnos cuenta llega la hora de dormir. Vaya, hemos dedicado todo el día a reflexionar sobre nosotros mismos y al final no hemos hecho nada por nadie. En fin, mañana será otro día, puede que hagamos hueco para el resto. A ver, que no es culpa nuestra si Dios, o nuestros padres, nos pusieron en el centro de este mundo y todo se puso a girar a nuestro alrededor. 

Sé que vosotros me comprendéis. Sé que sabéis que TODOS somos jodidamente importantes…

"I'm so fucking important..."

No hay comentarios:

Publicar un comentario